domingo, 11 de septiembre de 2011

el internado y su final.

Antes que nada...Un saludo muy ameno y gracias a todas las personas que han visitado mi diario.
Hice mi primera comunión con tan solo siete añitos,eso fue antes de partir para el otro internado y siempre me pregunte,en cúal de los dos me lo hubiera pasado mejor.Hoy por hoy les dire que en el segundo internado no lo pase francamente bien.Lo que recuerdo es que me vi ahí llorando porque mi madre se había ido y me dejo en un colegio extraño donde no conocía a nadie.Se que sólo tenía dos amigas en la compartiamos el cuarto para dormir,a mi siempre me tocaba ayudar a María que tenía mas incapcidad que yo.Al levantarme por la mañana hacía la cama antes de que llegaran las educadoras, os preguntareís el por qué... pues para que no vieran que las sabanas mojadas porque si no de las tortas no me salvaba,mas de una me dieron porque me hacía pis en la cama,y para colmo poca ropa interior tenía al igual que mi vestuario,yo veía a todas mis compañeras con ropas preciosas inalcansables en mi vida, aún así cuando la gente donaba ropa,las educadoras las ponía en el pasillo y nosotros cogiamos lo que nos gustaba.Bajamos a desayunar y despúes a clase.El almuerzo,que mal lo pase un día que me hicieron tragar lo que vomite sin repudio alguno.Bueno la rehabilitación era normalita sin dolor;además siempre me la daba Pablo un señor mayor, muy bueno.Por la tarde la merienda, un trozo de pan pequeño y dos trocitos de chocolate que nos lo repartían el las canchas,y despúes podiamos ir  a los columpios,eso si era fabuloso precioso y grande,o a clase de costura o guitarra. Nos recogian temprano para cenar despúes de ahí un ducha y dormir y así año tras año me iba a casa los fines de semana con mis hermanos.En casa normal siempre me ocupaba yo de preparar mi ropa y muchas veces no encontraba nada para ponerme.Yo no quería ir pero siempre caía ahí y para colmo en autobus y caminado siempre llegaba cansada porque de la parada al cole era unos veinte minutos de trayecto.Envidiaba a mis compañeros porque  llegaban en coche con sus padres.Hasta que un buen día mi madre hablo con un señor que haciá el mismo que nosotras ya no tuve que caminar más.Cuando tenía doce años me ingresaron para operarme,fue duro y doloroso porque se me infectaron los puntos y encima la anestecia local no me hacía nada,fue horrible mis llatos,la verdad deseaba que se acabara toda esa pesadilla,ahí quedaron las secuela.Gracias a dios llego el día de salir del internado,yo me negaba a ir yo sólo quería estar en casa.

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